En UVigo Motorsport, evolucionar e innovar es clave para mejorar como equipo. Por ello, estamos en un proceso de cambio de cara a la sostenibilidad: el cambio de combustible a etanol.
Se trata de un biocombustible, esto es, un combustible de origen biológico y por tanto menos contaminante.
Consiste en un alcohol producido naturalmente mediante un proceso de fermentación de azúcares de origen vegetal. Por esta razón, su producción resulta menos contaminante, comparada con la de combustibles fósiles.
Entre sus ventajas destaca que su combustión es más limpia que la de hidrocarburos como la gasolina, pues emite agua y CO2 en su mayoría, en lugar de NOx (óxidos de nitrógeno que sí son nocivos).
Para llevar a cabo el paso a etanol, necesitamos adaptar nuestra unidad motriz a este combustible. Para ello necesitamos verificar que todos los componentes auxiliares del motor son compatibles (depósito, el circuito por el que circula el líquido, bomba de combustible,…) y a mayores, el cambio más complejo y estudiado es el cambio de brida de admisión.
En nuestra competición todo el aire que entra al motor tiene que pasar por un estrechamiento de 20 milímetros de diámetro en el caso de la gasolina, y de 19 milímetros en el caso del etanol. Por tanto esta pieza la estudiamos muy en profundidad para verificar que pase la mayor cantidad de aire posible que demande el motor.
A pesar de esta reducción de tamaño del restrictor, que significa un 10.2% menos de área de paso para el aire, debido a las propiedades del etanol, no solo mantendremos, sino que también podremos superar la potencia máxima alcanzada por el combustible tradicional.
Para comenzar las pruebas de etanol, hemos fabricado por impresión 3D de nylon una probeta de esta brida para comenzar a tener las primeras mediciones y datos de este.
De este modo, el aumento de potencia y la intención de tomar conciencia medioambiental han llevado al equipo a desarrollar este cambio de cara a la temporada siguiente.